En el mundo
existen dos islas completamente desconocidas para los mapas, se dice que los
hacedores de mapas y algunas personas de poder saben de su existencia pero
debido a la historia en ellas acontecida prefieren
ocultarlas, dejándolas en el olvido.
Cuenta esta
pequeña historia relatada en boca en boca por personas quienes creen en la
veracidad de la misma que a cada una de ellas llegaron 10 náufragos, no se sabe
como ocurrió el naufragio ni de donde provenían los náufragos más porque no se
necesitaba en la historia estos datos, se los pensó irrelevantes en su momento
y ahora también.
En la primera isla, uno de los náufragos encontró un
arma de fuego, para ser más preciso, una pistola, cuya historia de cómo la
encontró la desconozco, esta persona en un primer momento la conservo y a nadie
le conto este descubrimiento, pero pasaron un par de días y los pensamientos en
su mente no cesaban, los otros miembros notaban un cambio en sus actitudes y
recientemente empezaron a notar que él estaba intentando ejercer cierto
liderazgo, de inmediato pidieron realizar una asamblea por ponerle nombre a la
reunión, en ella se proponían tratar lo que ellos consideraban un abuso
de la buena fe de los demás, pero él aprovecho el encuentro para, “a punta de
pistola”, dominar a los demás náufragos, en plena reunión desenfundo el arma y
disparo contra un árbol cerca con la intención de demostrarles el poder de la
misma, así logro el temor de la mayoría y pudo hacerlas trabajar para él. Para
evitar que todos juntos se rebelen después del acostumbramiento a esa fuente de
poder y de descubrir las debilidades de la misma dispuso que unas trabajen más
y otras menos, él ya sabía de antemano que si todas se rebelasen quizás antes
que logre más de 9 disparos sea atrapado, fueron partes de sus cavilaciones y
además, se contestaba a veces, en el caso extremo de que las mate a todas, ¿qué
sería de él después? Fue así como continuo la vida en la isla los tiempos
después, rebeliones aislada, otros presos de los temores nunca osaban
cuestionar algo y unos pocos sabiéndose privilegiados lo ayudaban a veces a
sofocar a esos, quienes creían poder cuestionar ese orden vigente.
Mientras
esto sucedía en esa isla, en la otra todos vivían iguales. Quizás, me atrevo a
decir, sea porque no existió esa arma y ninguno se creyese capaz de dominar a
sus compañeros por la fuerza, no digo que no se les haya cruzado en la mente en
algún momento, me parece que la razón de ello fue que si alguno se proponía usar su fuerza
para dominar a otro, los demás de seguro sabiendo lo que podría llegar a pasar
y con la plena convicción de que la fuerza de él no serviría para dominarlos a
todos, no se lo permitirán en lo más mínimo.